por Antonio Pontón - 1998
Me preocupa grandemente la insensible cadena de eventos que rodean el proceso que propone la destrucción de una importantísima parte de nuestro patrimonio arquitectonico, el Hotel La Concha en Condado. Me parece que la propuesta demolición es una presuntuosa falta de respeto ante la opinion clara de los arquitectos de este país y una bofetada a cada uno de nosotros, individuos sensibles que añoramos vivir en ciudades con calidad urbana y salud ambiental. La destrucción intencional de una obra arquitectónica representa una enorme falta de sensibilidad y decoro público y no importa la justificación ulterior que pueda existir. Una perturbadora tendencia comenzó hace ya un tiempo atrás con la "implosión" de una serie de edificios que formaban parte del conjunto "Villa Panamericana". En aquel momento, el evento pareció novedoso y festivo. Todo el mundo aplaudió al sentir como las imponentes explosiones lograron que en un segundo cada edificio colapsara sobre si mísmo, ya herido de muerte. Para mi fue un espectáculo circense, morbo-urbana que solo podría comparar con un linchamiento público el las obscuras épocas del facismo europeo. La explicación fundamental que nos brindó como anticipo a la "imposion" justificaba levantar una enorme nube de polvo y humo: "tumbar lo viejo para construir lo nuevo" . Lo que nadie sabía entonces era que la popularización generalizada de este nuevo dogma en la dialéctica urbana repercutiría tan tragicamente sobre una de las mas valiosas obras de arquitectura moderna de Puerto Rico: el Hotel La Concha. En el caso de la Villa Panamericana, existía un veredicto de culpabilidad urbana que pesaba mucho sobre aquel conjunto de "elefantes blancos". Los edificios habían sido juzgados por el crimen de repetido abandono y graves "vicios de construcción" que desafiaban cualquier intento especulativo. Habían sido sentenciados a la pena máxima y solo esperaban el pelotón de fusilamiento. Pero el caso del Hotel La Concha es diferente. Aquí tenemos un ente urbano inocente de todo mal, reconocido por todos en la sociedad como gran maestro de recuerdos y premiado por sus dotes estéticos, funcionales y formales.
- De que se le acusa a este reo que merezca la pena máxima? preguntó el juez lugubremente.
- Su Señoría, se le acusa de estar parado en el medio del camino. Es justo allí donde queremos construir otra cosa y no nos deja, respondió ufanamente el desarrollador.
Lo que parece haber fallado en todo ese proceso ha sido el sentido de cordura y la sensibilidad. Se ha usado un criterio totalmente insensible (técnico) al analizar todo esto. Finalmente el resultado puede ser lametablemente sencillo: nos van a destruir una obra de gran importancia arquitectónica para siempre. Aqui lo importante no es analizar el proyecto que va a sustituir lo que existe. Lo importante es que para hacer algo nuevo y no conocido se va a DESTRUIR algo que es bello, real e importante para nosotros los Puertorriqueños. Tal parece que aquella nube de polvo resultante de la mal llamada "implosion" nos llenó a todos del polvo, el humo y las sombras de la vorágine urbana. Serrat nos dice que todos llevamos esas sombras en nuestras manos y en esas sombras habitan estrellas. Intentemos recrear una historia por conocer, tan real como la que vivimos en nuestro país, buscando un paralelísmo. Tal véz si la cosa hubiera sido diferete. Tal vez...
Las sombras están llenas de sueños y cada sueño lleva un sueño de la mano. En la acera de la Quinta avenida de Nueva York se proyecta una larga sombra producto de un sueño. Es la sombra del Empire State Building que por muchos años de gloria fue el edificio mas alto del mundo (hasta el 1954 cuando se terminó el World Trade Center). El edificio de 1,250 pies de altura (102 pisos sin la antena) fue construido para representar a la gran Ciudad de Nueva York y a las aspiraciones de sus habitantes. Logró este objetivo a tal extremo que se nos hace dificil pensar en la Gran Manzana sin provocar la imagen del rascacielos. De hecho, se nos hace aún mas dificil pensar en "rascacielos" en cualquier parte del mundo sin traer a la mente el Empire State. Lo que muchos no saben es que para hacer el Empire State fue necesario comenzar, en febrero de 1930, la demolición una manzana completa entre las calles 33 y 34 en la Quinta Avenida. Lo que muchos no saben es que en ese lugar había un edificio de gran valor arquitectónico. Tal parece que la historia de la construcción y el progreso de las ciudades están intimamente atadas a la demolición de obras arquitectónicas que en un momento sirvieron bien o mal, crearon leyendas buenas o malas y finalmente sucumbieron ante el valor adquirido de la propiedad o frente a la visión mercantil de los desarrolladores.
En el lugar donde ahora se encuentra enclavado el Empire State, ubicaba el famoso Hotel Waldorf, construído por William Waldorf Astor en el 1893. William había heredado la también famosa Mansión Waldorf y en su lugar había construído el Hotel para acomodar los gustos de los grandes magnates y acaudalados de la época que visitaban la ciudad. Cuatro años despúes su primo, el afamado millonario John Jacob Astor, finalizó la construcción de otro flamante hotel junto al Waldorf con nombre Hotel Astoria. El magnífico conjunto se conoció entonces como el Hotel Waldorf-Astoria, conviertiendose en uno de los hoteles mas famosos del mundo. Los edificios eran de estilo victoriano con grandiosos espacios interiores y volumenes grandemente decorados tanto en el interior como en el exterior. Las paredes estaban cubiertas de piedras de color rojizo y torres que se elevaban hasta el cielo. En algunas torres se podían ver gargolas de piedra que vigilantemente esperaban la llegada de los huespedes al hotel defendiendolos de fabulosos ataques que nunca llegaban. El siglo que había producido la revolucióm industrial y el avance mas espectacular en la historia de la humanidad estaba a punto de concluir. Era necesario que los paises mostraran al mundo su capacidad de hacer lo imposible, de dominar la naturaleza y alcanzar lo mas alto. Había que "tumbar lo viejo", había que romper esquemas. Quien hiba a pensar que esta mentalidad arrastraría al propio John Jacob Astor a su muerte. Junto con el, toda una época se hundiría al fondo del Océano Atlantico en el barco "mas grande del mundo", el Titanic.
En 1928, 16 años despues de la muerte de John Jacob en la tragedia, el Hotel Waldorf-Astoria fue vendido a la Bethlehem Engineering Co. quienes junto a otro grupo de empresarios pretenderían hacer el edificio "mas grande del mundo" en aquel lugar. Los empresarios decidieron nombrar como presidente de la corporación desarrolladora del proyecto nada mas y nada menos que al alcalde de Nueva York (y candidato presidencial) Alfred E. Smith. No es necesario abundar en el hecho de que la enorme publicidad genrada por este grupo selecto de millonarios y políticos convencieron a todos de la importancia del proyecto Empire State relegando a un segundo plano la importancia de la demolición del Waldorf-Astoria. En este caso, al igual que el caso de La Concha era el propio Gobierno el defensor principal de la idea de demoler "lo viejo" para dar paso a "lo nuevo". Irónicamente la demolición del Hotel Waldorf -Astoria comenzó simbólicamente tumbando una de las famosas gárgolas Góticas que se encontraban en las esquinas del edificio. La persona que dió el último empuje a la soga que la tumbó fue el propio Alcalde Smith.
El diseño del nuevo edificio fue comisionado al la firma de arquitectos Shreve, Lamb & Harmon Associates quienes de imediato se toparon con un problema de proporciones megalíticas. El impacto del nuevo edificio sería descomunal sobre el carácter urbano de la zona circunadante. De hecho se estableció una zona de influencias, proporcional a la altura del edificio. Tan grande fue el impacto urbano del Empire Estate sobre la zona circundante que fue necesario hacer nuevas reglamentaciones de zonificación para evitar que la masa y volumen del edificio "aplastara" la calle (dando la impresion por la perspectiva, que el edificio se hiba a caer sobre la acera). Esta nueva zonificación vertical permitiría que los primeros pisos quedaran pegados a la acera pero la cara del edificio se tendrían que ir retirando de la acera a medida que el edificio ganara altura. De allí, la apariencia esbelta y escalonada tan característica del Empire State y de muchos otros edificios de Nueva York.
En el momento de su demolición el Waldof-Astoria tenía solo 36 años de construído. Si en ese momento se hubiera tenido consideración por los delicados aspectos de urbanismo y planificación, tal véz el Empire State Building estaría ubicado en otro sitio de la Ciudad y hoy en día disfrutaríamos de la presencia de ambas obras el Waldorf-Astoria en su magestuosidad original y el Empire State como estandartes de la Ciudad.
Esta historia tiene muchos paralelismos con la reciente historia del Hotel La Concha en Condado. Luego de muchas luchas, La Concha se salvó de la destrucción total y actualmente está en proceso de remodelación, pero otros edificios de importancia tal vez no tengan la misma suerte.
Debemos darle la debida atención a nuestros edificios de importancia arquitectónica y a la calidad de la ciudad en general. Debemos como pueblo, aprender a apreciar la belleza, el orden, la escala y la organización urbana. Definitivamente un edificio no tiene que ser viejo para ser importante, de igual manera no todos los edificios viejos son importantes. La importancia arquitectónica de un edificio se la dá su propio arraigo en la comunidad y la el analisis de todos los elementos relativos al proyecto como la solución de un diseño. Los arquitectos, específicamente aquellos especializados en la historia de la arquitectura, son los profesionales capacitados para ejercer este juicio crítico en el país. Las leyes actuales lamentablemente no atienden ninguno de los aspectos antes mencionados. No existe una ley que proteja los edificios y estructuras civiles de gran importancia.
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+ El Nuevo Waldorf-Astoria ahora ubica en 301 Park Avenue y continúa siendo uno de los hoteles mas importantes del mundo.
+ El Titanic yace a mas de 2,000 pies de profundidad en el fondo del Atlántico. Con la reciente implementación de tecnologías de mini submarinos de gran penetración se ha podido revivir y apreciar la belleza y magestuosidad de su diseño. Se ha podido recrear su interior usando computadoras y maquetas a escala natural para hacer una película ganadora de varios premios Oscar. El Titanic ahora parece ser mas famoso que nunca.
+ El edificio Empire State ubica en el 350 de la Quinta Avenida entre las calles 33 y 34. El costo original del edificio fue de $24,720,000. Hoy en día el valor en mercado de un solo piso podría llegar a eso. Ya no es el edificio mas alto del mundo aún cuando su antiguo rival, las torres gemelas, fueron derribadas por un ataque terrorista. El Empire State continúa siendo la imagen mas reconocible en el prefil de la ciudad de Nueva York.
+ El antiguo Hotel Waldorf-Astoria jamás se podrá volver a ver en su magestuosidad. Solo quedan fotos y dibujos de la época y el recuerdo de las gárgolas que acompaña las historias y leyendas de una gloriosa época ya pasada.
Original Waldorf Astoria Building Fifth Avenue, from 33rd to 34th streets
Hotel La Concha - arquitectos Osvaldo Toro y Miguel Ferrer -1958
RMS Titanic
Length: 852.5 feet.
Length overall: 882.75 feet.
Breadth: 92.5 feet.
Depth: 59.6 feet.
Tonnage: Gross 46,329, Net 21,831.
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